viernes, 31 de agosto de 2018
BIENEVNIDOS.
INTRODUCCION
Bienvenidos a este BLOGGER en donde vas a aprender hacerca de la convivencia escolar.En este blog vas a encontrar su definicion, problematicas, el mejoramiento de aquellas, quienes intiervienen en estas, etc.
Hicimos este blog con la finalidad de explicar como dar una buna convivencia escolar, buena y sana, con respeto y aprender a dialogar entre nosotros, ya quie este tema lo vemos dia a dia, en cualquier escuela y sobretodo es importante mantener esta sana y feliz convivencia escolar.
Espero que este blog sea de su utilidad y agrado y podamos contribuir ayundandolos con este blog, esperamos que l@s hayamos ayudado en una necesidad ya se por tarea o por trabajo, les deseo lo mejor, hasta la proxima.
¿COMO SE PUEDE APRENDER A DIALOGAR?
APRENDIENDO A DIALOGAR
El propósito de este trabajo es poner de manifiesto las múltiples cuestiones que inciden en la construcción de un sistema de convivencia en la escuela. Es ésta una tarea que requiere la consideración de distintos factores y aspectos que inciden en el desarrollo de las acciones necesarias que permitan alcanzar el propósito buscado: instaurar el sistema de convivencia escolar que posibilite acompañar el crecimiento de los niños adolescentes y jóvenes, promoviendo su desarrollo como sujetos de derecho y responsabilidad, es decir ciudadanos. Sin embargo, la experiencia frecuente de muchas instituciones educativas, ha demostrado - y demuestra - que la implementación del sistema de convivencia no es fácil ni sencillo y por eso queda postergado, suspendido, olvidado o abandonado. Me interesaría exponer y desarrollar en este trabajo algunas reflexiones y propuestas sobre la convivencia escolar como una construcción cotidiana, reconociendo que es una tarea compleja, pero es necesaria y posible y se constituye en una rica y valiosa experiencia educativa, dado que el aula y la escuela son los primeros espacios públicos de participación de las jóvenes generaciones.
La escuela, como institución educativa, es una formación social en dos sentidos: está formada a partir de la sociedad y a la vez expresa a la sociedad. Lo que se habla en cada escuela, es el lenguaje particular de la sociedad. Por tal motivo, no es ajena a la profunda crisis socio política en la que estamos inmersos y que como ciudadanos nos afecta.
En este contexto, la escuela en general, está seriamente cuestionada porque no responde a las demandas, no prepara para este nuevo orden, no asegura mejoras. No obstante esto, y aún con estas fallas y carencias, es la institución social que sigue nucleando a un significativo número de niños, adolescentes y jóvenes. Por ser una institución pública, está sometida y padece los efectos producidos por la crisis social que la atraviesa, e incide tanto en la singularidad de cada uno de los actores como también en el colectivo institucional que conforman, y se pone de manifiesto en problemáticas concretas y observables: el miedo a un futuro incierto, el temor a estar cada vez peor, la vivencia de desolación, el debilitamiento de vínculos de solidaridad y amistad, la pérdida de relaciones institucionales, de grupos sociales de pertenencia y referencia; en realidad se trata de una progresiva pérdida del sentido de la vida. Estas pérdidas son carencias que afectan, limitan y someten a los niños, adolescentes y jóvenes, como sujetos de derecho en su condición y dignidad humana.
Siendo conscientes de esta realidad adversa, que se impone a nuestros alumnos, especialmente a aquellos con más limitaciones que posibilidades, con más carencias que logros, es fundamental que el tiempo que transcurren en la escuela durante su niñez y adolescencia, sea considerado por ellos, como un tiempo y un espacio valorizado, un tiempo de crecimiento, de creatividad, que favorezca la construcción de su subjetividad. Para ello la escuela debe generar, facilitar y promover tiempos y espacios para que pueda circular la palabra y no los silencios, el diálogo y la discusión y no la sumisión y acatamiento, el análisis y la reflexión sobre las acciones impulsivas y las actuaciones violentas.
La función socializadora de la escuela se manifiesta en las interrelaciones cotidianas, en las actividades habituales; también se hacen explícitas en las charlas espontáneas o en discusiones y diálogos planificados para reflexionar sobre esas interrelaciones, para reconocer los acuerdos, las diferencias, las formas de alcanzar el consenso, de aceptar el disenso. Sólo de esta manera se aprende a convivir mejor. Una escuela que intenta responder a su cometido de ser formadora de ciudadanas y ciudadanos, comprometidos crítica y activamente con su época y mundo, permite el aprendizaje y la práctica de valores democráticos: la promoción de la solidaridad, la paz, la justicia, la responsabilidad individual y social. Estos se traducen en las acciones cotidianas que transcurren en el aula, en la actitud comprensiva y educadora de los adultos que son los responsables de la formación de las jóvenes generaciones, por eso, el desafío de toda institución educativa es convertirse en propulsora de procesos de democratización y participación. Sin lugar a dudas si la escuela puede hacer ésto - de hecho muchas de las escuelas lo hacen y lo hacen bien - está dando respuesta a una de las demandas más requeridas por la sociedad.
¿COMO SE PUEDE ABORDAR LOS PROBLEMAS DE CONVIVENCIA ESCOLAR?
PROBLEMATICAS DE LA CONVIVENVCIA ESCOLAR
A partir de la constatación de las evidencias empíricas sobre las relaciones negativas entre las habilidades sociales y los problemas de convivencia escolar, así como de la escasa constatación, hasta el momento, de la relación entre los valores sociopersonales de los alumnos y los problemas de convivencia escolar, este trabajo gira en torno a tres aspectos de interés. El primero de ellos se centra en la necesidad de contar con instrumentos tanto actualizados, como con adecuadas propiedades psicométricas para la evaluación de los valores sociopersonales en la adolescencia media. Parar ello se ha utilizado un nuevo instrumento, el Cuestionario sobre Valores Sociopersonales para la Convivencia, diseñado y sometido al estudio de su validez y fiabilidad por los autores. El segundo aspecto se refiere a la necesidad de describir un perfil descriptivo de los valores sociopersonales del alumnado de esta etapa, a partir de las características sociodemográficas que los condicionan. El tercero y último, se enfoca en el estudio de las relaciones de interdependencia negativa entre los valores sociopersonales y otras medidas de conducta desadaptativa.
La realidad social y escolar actual en la que vivimos implica plantearse si la problemática de la convivencia escolar se encuentra en estrecha relación con los valores que cada individuo le concede a su relación con los demás congéneres que le rodean y al beneficio o provecho que desea obtener de esa relación. Esto conlleva detectar qué valores sociopersonales pone de manifiesto cada persona en su relación con los demás y establecer estrategias psicopedagógicas para corregir posibles comportamientos desviados o para instaurar e incrementar valores prosociales en todos los sujetos escolarizados, con objeto de promover valores democráticos, de cooperación y tolerancia.
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En cuanto a la estructura de valores sociopersonales construida por los alumnos adolescentes, la validez de constructo del análisis factorial de segundo orden ha mostrado diferentes tendencias. En una primera tipología nos encontramos con un conjunto de valores que podemos considerar genéricamente de tipo sociopersonal (que explican un 46 % de la varianza de segundo orden), entre los que se encuentran, por una parte, los valores sociopersonales de convivencia (43,6 % de la varianza de primer orden), referidos a valores de autoexigencia, autovalía, respeto, protección, bondad, honradez, lucha, amistad, aprecio, amabilidad, prevención de injusticias, altruismo, esfuerzo, orden y hospitalidad; y por la otra, los valores sociopersonales que tienen que ver con la autorregulación de los mismos (11 % de la varianza de primer orden), tales como el valor, el equilibrio o la discriplina.
¿COMO PUEDO FOMENTAR LA SANA CONVIVENCIA ESCOLAR?
¿Cómo podemos mejorar la convivencia? |
1. Establecer unas normas de convivencia claras, concretas, realizables, consensuadas, pocas y escritas en positivo. Es necesario, además, evaluarlas periódicamente, y deben de ser susceptibles de ser replanteadas en cualquier momento, en función de las necesidades del grupo o del centro. Finalmente, tiene que existir un procedimiento claro respecto a lo que ocurre cuando alguien se las salta.
2. Crear un buen clima de convivencia en el aula y el centro. Ello es posible si se promueve un código de convivencia fundamentado en el reconocimiento y la estima de uno mismo y las demás personas, la confianza mutua, la comunicación y la capacidad de cooperación. Esto se consigue a través del proceso de provención, es decir, del proceso por el que educamos en aquellas habilidades y herramientas que permitirán, al llegar un conflicto, que sepamos abordarlo de forma positiva y noviolenta.
Es tan importante trabajar un buen clima en el grupo clase, como en el equipo educativo.
¿Cómo? • Proponiendo y dinamizando acciones a favor de la convivencia. Organizando una comisión de convivencia que disponga de un espacio y un tiempo propios para diseñar, promover y hacer seguimiento de las acciones emprendidas. Es importante que incluya la representación de todos los colectivos que conviven en el centro.
• Garantizando un buen trabajo de provención. Elaborar buenos planes de acogida y de acción tutorial.
• Trabajando las habilidades sociales y de transformación de conflictos. Introduciendo metodologías cooperativas en el aula, donde las habilidades sociales se trabajen como objetivos explícitos, paralelamente a los contenidos académicos correspondientes. Programando, mediante el plan de acción tutorial, actividades para trabajar habilidades sociales.
• Generando espacios para la participación del alumnado. Consolidando la asamblea de clase como espacio de diálogo de grupo, y el consejo de delegados como órgano de participación del alumnado con responsabilidades concretas y poder de decisión.
• Responsabilizando al alumnado, creando programas de ayuda entre iguales y de mediación escolar como instrumentos de apoyo mutuo entre adolescentes.
• Trabajando la cooperación, el consenso y la participación a nivel de claustro.
• Vertebrando el centro entorno a equipos docentes o educativos, y no sólo en base a departamentos. Actualmente hay muchos más aspectos a coordinar referidos a la convivencia, metodologías y seguimiento educativo del alumnado, que no a las áreas de conocimiento.
• Atendiendo a la diversidad: trabajando en el aula en agrupaciones heterogéneas, tratadas de forma heterogénea, en las que cada cual pueda avanzar al ritmo de sus posibilidades.
• Repensando los tiempos y los espacios en función de criterios pedagógicos.
3. Estructurar instrumentos y recursos para la transformación noviolenta de conflictos.
¿QUIENES PARTICIPAN EN LA CONVIVENCIA ESCOLAR?
jueves, 30 de agosto de 2018
¿QUE ES LA SANA CONVIVENCIA ESCOLAR?
DEFINICIÓN
La convivencia escolar se trata de la construcción de un modo de relación entre las personas de una comunidad, sustentada en el respeto mutuo y en la solidaridad recíproca, expresada en la interrelación armoniosa y sin violencia entre los diferentes actores y estamentos de la Comunidad Educativa.
RELACIÓN CON EL APRENDIZAJE.
La convivencia que se desarrolla en la escuela es parte del proceso educativo de una persona e influye directa y significativamente en los aprendizajes académicos que logra, pero también orienta su manera de pensar y actuar fuera de la escuela. Las relaciones con otros en el diario vivir, van ajustando la manera de pensar y de comportarse mediante el intercambio, la colaboración o la competencia. Así, los estudiantes se transforman en el convivir con los adultos, la familia, la escuela, con sus profesores y compañeros, ya que aprenden el pensar, el reaccionar, el mirar de quienes viven con ellos (percepción de la familia sobre el entorno). Entonces, lo que ocurre como experiencia de vida y de aprendizaje en los espacios de convivencia domésticos y escolares será la pauta para [una] conducta ciudadana.
HABILIDADES SOCIALES
RELACIÓN CON EL APRENDIZAJE.
La convivencia que se desarrolla en la escuela es parte del proceso educativo de una persona e influye directa y significativamente en los aprendizajes académicos que logra, pero también orienta su manera de pensar y actuar fuera de la escuela. Las relaciones con otros en el diario vivir, van ajustando la manera de pensar y de comportarse mediante el intercambio, la colaboración o la competencia. Así, los estudiantes se transforman en el convivir con los adultos, la familia, la escuela, con sus profesores y compañeros, ya que aprenden el pensar, el reaccionar, el mirar de quienes viven con ellos (percepción de la familia sobre el entorno). Entonces, lo que ocurre como experiencia de vida y de aprendizaje en los espacios de convivencia domésticos y escolares será la pauta para [una] conducta ciudadana.
HABILIDADES SOCIALES
La convivencia escolar permite el desarrollo integral de los niños y jóvenes en su proceso de integración a la vida social, en la participación responsable en la vida ciudadana y en el desarrollo de su propio proyecto de vida.
Abordar la conveniencia en la escuela como parte de la formación de los sujetos que enseñan- aprenden, posibilita el desarrollo de competencias personales y sociales, para aprender a ser y a convivir juntos que se transfieren y generalizan a otros contextos de educación y de desarrollo humano.
La coexistencia de los seres humanos ya está dada socialmente, pero la convivencia hay que construirla y comprende entre otros muchos factores un proceso de enseñanza-aprendizaje. Como señala Jiménez Romero (2005) la
convivencia es un arte que involucra aprendizaje. Para este mismo autor la convivencia implica a dos o más personas que son diferentes en su relación, en la que siempre intervienen otros y que además está sujeta a cambios incesantes.
convivencia es un arte que involucra aprendizaje. Para este mismo autor la convivencia implica a dos o más personas que son diferentes en su relación, en la que siempre intervienen otros y que además está sujeta a cambios incesantes.
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